PARAISOS DOMÉSTICOS
Nuestros paraísos son instantes anímicos, fugaces, en los quemiramos desde este mundo un hecho o sitio cuya hermosura solosurge ante nuestros ojos. Son edenesgozosos a los que nos aventamos en los instantes y en los lugares más impensados de la confusa cotidianeidad del mundo contemporáneo.
Pienso que este es el único paraíso posible hoy en día, pues el paraíso como aquellugar tradicional asequible solo para los misericordiosos sólo después de la muerte ha perdido su credibilidad, y esto siendo suplantadoinstante trasinstante por minúsculosparaísos, que muchas veces los merecemosdespués de diminutas muertes.
El vivir cotidiano, habitual,diario… me esboza toda clase deinterrogantes. No me impresionan ni emociona el vencedor ni el vencido. Lo que verdaderamente me emocionadel ser humano y me sacudepara expresar son los hechos pequeños y las muecascomunes, domesticas y particulares.
Si el planetaen el que vivimos es un purgatorio, se trata de un purgatorio en el que se pueden ir abriendominúsculos tragalucespara a partirde aquílogrardescubrir el paraíso y evidenciar que verdaderamente existe… ¡es puntualmente como lo creamos! nos aprobamosel escape hacia un cielo de felicidad absoluta,creada por nosotros mismos, y dónde ninguno mas puede ingresar…
Esta muestrasurgió del intento de asomarmeocultamente (utilizando la apropiación de imágenes),a los ParaísosDomésticos de muchos de nosotros, donde he encontrado los mashermosos y placenterosedenes en el herbajebajo el cielo; cuartos profundos congelados como en un campo de ensueños; o tragaluces que se agrietanpara recibirun cielo de azul esplendoroso. Pero también he descubierto que elparaíso para algunos, es lazonaen la cualconseguimos empuñarun arma y atacarsoberanamente a todos; o que es unaventana que se quiebra al azul tranquilizador y de la que asimismose desprende lluvia a punto de cristalizarse en púas de dolor; he descubierto que posiblemente el gocecompletoal que ansiamosllegar mientras duramosen nuestras temporales muertes tienen que ver mas con los sufrimientos que instante tras instante experimentamos, con una idea abstracta delgoce divino…
